martes, 20 de enero de 2015

ESPACIO TETRADIMENSIONAL

EL TRABAJO PSICOLOGICO
EL ESPACIO TETRADIMENSIONAL
Por: Ouspensky

Estudiando las relaciones mutuas entre un punto, una línea, una superficie y un sólido empezamos a aprender algo acerca de la cuarta dimensión, o sea, acerca del espacio tetra dimensional.

Empezamos a aprender qué puede ser comparado con nuestro espacio tridimensional, y qué no puede ser.

Esto último lo aprendemos primero que todo.

Y esto es especialmente importante, porque nos libera de muchas ilusiones hondamente arraigadas, que son muy perjudiciales para el conocimiento correcto.

Aprendemos qué es lo que no puede existir en el espacio tetradimensional, y esto nos permite establecer qué es lo que sí puede existir.

Hinton, en su libro The Fourth Dimensión, efectúa una interesante observación sobre el método que nos ayuda a enfocar la cuestión de las dimensiones superiores.

Dice Hinton:

El espacio lleva dentro de sí relaciones por las que lo podemos determinar como relacionado con otro espacio [superior].

Dentro del espacio se dan, pues, los conceptos de punto y línea, línea y plano, plano y sólido, que entrañan realmente la relación del espacio con un espacio superior.

Tratemos de examinar estas relaciones dentro de nuestro espacio y ver qué conclusiones podemos extraer de un estudio de ellas.

Sabemos que nuestra geometría considera una línea como la huella del movimiento de un punto; a una superficie, como la huella del movimiento de una línea; y a un sólido como la huella del movimiento de una superficie.

Sobre esta base, podemos formulamos esta pregunta:

¿No es posible considerar a un "cuerpo tetra dimensional" como la huella del movimiento de un cuerpo tridimensional?

¿Cuál es, pues, este movimiento, y en qué dirección?

Un punto, moviéndose en el espacio y dejando la huella de su movimiento en la forma de una línea, se mueve en una dirección no contenida en él mismo, pues en un punto no hay dirección.

Una línea, moviéndose en el espacio y dejando la huella de su movimiento en la forma de una superficie, se mueve en una dirección no contenida en ella misma, porque si se moviera en una dirección contenida en ella misma, seguiría siendo siempre una línea.

Una superficie, moviéndose en el espacio y dejando la huella de su movimiento en la forma de un sólido, también se mueve en una dirección no contenida en ella misma.

Si debiera moverse en una de las direcciones contenidas en ella misma, seguiría siendo siempre una superficie.

A fin de dejar una huella de su movimiento en la forma de un "sólido" o de una figura tridimensional, debe alejarse de sí misma, moverse en una dirección que no exista dentro de ella.

Por analogía con todo esto, un sólido, a fin de dejar la huella de su movimiento en la forma de una figura tetra dimensional debe moverse también en una dirección no contenida en él mismo; en otras palabras, un sólido debe salir de sí mismo, lejos de sí mismo.

Más tarde se establecerá como debemos entender esto.

Entretanto, podemos decir que la dirección del movimiento en la cuarta dimensión está fuera de todas aquellas direcciones que son posibles en una figura tridimensional.

Consideramos a una línea como una cantidad infinita de puntos; a una superficie como una cantidad infinita de líneas; a un sólido como una cantidad infinita de superficies.

Por analogía con esto es posible suponer que a un cuerpo tetra dimensional se lo debería considerar como una cantidad infinita de cuerpos tridimensionales, y al espacio tetra dimensional como una cantidad infinita de espacios tridimensionales.

Además, sabemos que una línea está limitada por puntos, una superficie está limitada por líneas, y un sólido está limitado por superficies.

En consecuencia, es posible que el espacio tetradimensional esté limitado por cuerpos tridimensionales.

Podemos decir que una línea es la distancia entre puntos; una superficie, la distancia entre líneas; y un sólido, la distancia entre superficies.

O podemos expresarlo de este modo: una línea separa dos o varios puntos de otro (una línea recta es la distancia más corta entre dos puntos); una superficie separa dos o más líneas entre sí; un sólido separa varias superficies entre si.

De esta manera, un cubo separa seis superficies planas, que llamamos sus lados, entre sí.

Una línea une varios puntos en cierta totalidad (una línea recta, una curva, una irregular); una superficie une varias líneas en cierta totalidad (un cuadrado, un triángulo); un sólido une varias superficies en cierta totalidad (un cubo, una pirámide).

Es más que posible que el espacio tetra dimensional sea la distancia entre una cantidad de sólidos, separando pero al mismo tiempo uniendo en alguna totalidad incomprensible, aquellos sólidos que nos parecen separados entre sí.

Además, consideramos a un punto como una sección de una línea; a una línea como una sección de una superficie; y a una superficie como una sección de un sólido.

Por analogía con esto puede ser posible considerar a un sólido (un cubo, una esfera, una pirámide) como una sección de un cuerpo tetra dimensional y a la totalidad del espacio tridimensional como una sección del espacio tetra dimensional.

Si cada cuerpo tridimensional es la sección de un cuerpo tetra dimensional, entonces cada punto de un cuerpo tridimensional es la sección de una línea tetra dimensional.

Un "átomo" de un cuerpo físico no puede considerarse como algo material sino como LA INTERSECCIÓN de una línea tetra dimensional por el plano de nuestra consciencia.

La visión de un cuerpo tridimensional como una sección de un cuerpo tetra dimensional nos lleva a pensar que muchos cuerpos tridimensionales, que nos parecen separados, pueden ser secciones o partes de un cuerpo tetra dimensional.

Un sencillo ejemplo ilustrará esta idea.

Un ejemplo interesante que ilustra la idea lo da el escritor teósofo C.W.Leadbeater en uno de sus libros.

Si tocamos la superficie de una mesa con las cinco puntas de los dedos de la mano, habrá entonces en la superficie de la mesa sólo cinco círculos, y en esta superficie es imposible tener idea alguna de la mano o del hombre a quien esa mano pertenece.

Habrá cinco círculos separados en la superficie de la mesa.

Partiendo de éstos ¿cómo es posible imaginar a un hombre, con toda la riqueza de su vida física y psicológica?

Es imposible.

Nuestra relación con el mundo tetra dimensional puede ser exactamente la misma que la relación entre aquella consciencia que ve los cinco círculos sobre la mesa y el hombre.

Sólo vemos "puntas de dedos"; he ahí por qué la cuarta dimensión es incomprensible para nosotros.

Además, sabemos que es posible dibujar una imagen de un cuerpo tridimensional en un plano, que es posible dibujar un cubo, un poliedro, una esfera.

Pero no será un cubo real o una esfera real, sino solamente la proyección de un cubo o una esfera en un plano.

De modo que puede ser que estemos justificados al pensar que los cuerpos tridimensionales que vemos en nuestro espacio son imágenes, por así decirlo, de cuerpos tetra dimensionales incomprensibles para nosotros.

Ouspensky







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