EL TRABAJO
PSICOLOGICO
EL ESPACIO
TETRADIMENSIONAL
Por: Ouspensky
Estudiando las
relaciones mutuas entre un punto, una línea, una superficie y un sólido
empezamos a aprender algo acerca de la cuarta dimensión, o sea, acerca del
espacio tetra dimensional.
Empezamos a aprender qué puede ser comparado con nuestro
espacio tridimensional, y qué no puede ser.
Esto último lo
aprendemos primero que todo.
Y esto es
especialmente importante, porque nos libera de muchas ilusiones hondamente
arraigadas, que son muy perjudiciales para el conocimiento correcto.
Aprendemos qué es lo
que no puede existir en el espacio tetradimensional, y esto nos permite
establecer qué es lo que sí puede existir.
Hinton, en su libro The Fourth Dimensión, efectúa una
interesante observación sobre el método que nos ayuda a enfocar la cuestión de
las dimensiones superiores.
Dice Hinton:
El espacio lleva dentro de sí relaciones por las que lo podemos
determinar como relacionado con otro espacio [superior].
Dentro del espacio se dan, pues, los conceptos de punto y línea, línea
y plano, plano y sólido, que entrañan realmente la relación del espacio con un
espacio superior.
Tratemos de examinar
estas relaciones dentro de nuestro espacio y ver qué conclusiones podemos
extraer de un estudio de ellas.
Sabemos que nuestra
geometría considera una línea como la huella del movimiento de un punto; a una
superficie, como la huella del movimiento de una línea; y a un sólido como la
huella del movimiento de una superficie.
Sobre esta base,
podemos formulamos esta pregunta:
¿No es posible
considerar a un "cuerpo tetra dimensional" como la huella del
movimiento de un cuerpo tridimensional?
¿Cuál es, pues, este
movimiento, y en qué dirección?
Un punto, moviéndose
en el espacio y dejando la huella de su movimiento en la forma de una línea, se
mueve en una dirección no contenida en él mismo, pues en un punto no hay
dirección.
Una línea, moviéndose en el espacio y
dejando la huella de su movimiento en la forma de una superficie, se mueve en
una dirección no contenida en ella misma, porque si se moviera en una dirección
contenida en ella misma, seguiría siendo siempre una línea.
Una superficie, moviéndose en el espacio
y dejando la huella de su movimiento en la forma de un sólido, también se mueve
en una dirección no contenida en ella misma.
Si debiera moverse en
una de las direcciones contenidas en ella misma, seguiría siendo siempre una
superficie.
A fin de dejar una
huella de su movimiento en la forma de un "sólido" o de una figura
tridimensional, debe alejarse de sí
misma, moverse en una dirección que no exista dentro de ella.
Por analogía con todo
esto, un sólido, a fin de dejar la huella de su movimiento en la forma de una
figura tetra dimensional debe moverse también en una dirección no contenida en
él mismo; en otras palabras, un sólido debe salir de sí mismo, lejos de sí mismo.
Más tarde se
establecerá como debemos entender esto.
Entretanto, podemos
decir que la dirección del movimiento en la cuarta dimensión está fuera de todas aquellas direcciones que son
posibles en una figura tridimensional.
Consideramos a una
línea como una cantidad infinita de puntos; a una superficie como una cantidad
infinita de líneas; a un sólido como una cantidad infinita de superficies.
Por analogía con esto
es posible suponer que a un cuerpo tetra dimensional se lo debería considerar
como una cantidad infinita de cuerpos tridimensionales, y al espacio tetra
dimensional como una cantidad infinita de espacios tridimensionales.
Además, sabemos que
una línea está limitada por puntos, una superficie está limitada por líneas, y
un sólido está limitado por superficies.
En consecuencia, es
posible que el espacio tetradimensional esté limitado por cuerpos tridimensionales.
Podemos decir que una
línea es la distancia entre puntos; una superficie, la distancia entre líneas;
y un sólido, la distancia entre superficies.
O podemos expresarlo
de este modo: una línea separa dos o varios puntos de otro (una línea recta es
la distancia más corta entre dos puntos); una superficie separa dos o más
líneas entre sí; un sólido separa varias superficies entre si.
De esta manera, un
cubo separa seis superficies planas, que llamamos sus lados, entre sí.
Una línea une varios
puntos en cierta totalidad (una línea recta, una curva, una irregular); una superficie
une varias líneas en cierta totalidad (un cuadrado, un triángulo); un sólido
une varias superficies en cierta totalidad (un cubo, una pirámide).
Es más que posible que el espacio tetra dimensional sea la distancia
entre una cantidad de sólidos, separando pero al mismo tiempo uniendo en alguna
totalidad incomprensible, aquellos sólidos que nos parecen separados entre sí.
Además, consideramos
a un punto como una sección de una línea; a una línea como una sección de una
superficie; y a una superficie como una sección de un sólido.
Por analogía con esto
puede ser posible considerar a un sólido (un cubo, una esfera, una pirámide)
como una sección de un cuerpo tetra dimensional y a la totalidad del espacio
tridimensional como una sección del espacio tetra dimensional.
Si cada cuerpo
tridimensional es la sección de un cuerpo tetra dimensional, entonces cada
punto de un cuerpo tridimensional es la sección de una línea tetra dimensional.
Un "átomo"
de un cuerpo físico no puede considerarse como algo material sino como LA INTERSECCIÓN de una línea tetra
dimensional por el plano de nuestra consciencia.
La visión de un
cuerpo tridimensional como una sección de un cuerpo tetra dimensional nos lleva
a pensar que muchos cuerpos tridimensionales, que nos parecen separados, pueden
ser secciones o partes de un
cuerpo tetra dimensional.
Un sencillo ejemplo
ilustrará esta idea.
Un ejemplo
interesante que ilustra la idea lo da el escritor teósofo C.W.Leadbeater en uno
de sus libros.
Si tocamos la
superficie de una mesa con las cinco puntas de los dedos de la mano, habrá
entonces en la superficie de la mesa sólo cinco círculos, y en esta superficie es imposible tener idea
alguna de la mano o del hombre a quien esa mano pertenece.
Habrá cinco círculos separados en la superficie de la
mesa.
Partiendo de éstos
¿cómo es posible imaginar a un hombre, con toda la riqueza de su vida física y
psicológica?
Es imposible.
Nuestra relación con
el mundo tetra dimensional puede ser exactamente la misma que la relación entre
aquella consciencia que ve los cinco círculos sobre la mesa y el hombre.
Sólo vemos
"puntas de dedos"; he ahí por qué la cuarta dimensión es
incomprensible para nosotros.
Además, sabemos que
es posible dibujar una imagen de un cuerpo tridimensional en un plano, que es
posible dibujar un cubo, un poliedro, una esfera.
Pero no será un cubo
real o una esfera real, sino solamente la proyección de un cubo o una esfera en
un plano.
De modo que puede ser
que estemos justificados al pensar que los cuerpos tridimensionales que vemos
en nuestro espacio son imágenes, por
así decirlo, de cuerpos tetra dimensionales incomprensibles para nosotros.
Ouspensky
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