LA EMOCIÓN EN LA
COMPRENSIÓN
En el alma humana no
existen sino emociones o la coexistencia armónica de éstas.
Esto lo comprendió
claramente SPINOZA cuando dijo que “a una emoción sólo la podrá vencer otra más
fuerte, y nada más”.
La razón, la
voluntad, el sentido del deber, la fe, la espiritualidad, solo podrán vencer a
alguna otra emoción mediante el elemento
emotivo contenido en ellas.
El asceta que mata en
sí mismo todos los deseos y pasiones, los mata mediante su deseo de salvación.
Un hombre que
renuncia a todos los placeres mundanos, renuncia a ellos por el gozo de su sacrificio, de su
renunciamiento.
Un soldado que muere
en su puesto por sentido del deber o hábito
de obediencia lo hace porque la emoción de la devoción o la fidelidad,
o la pasividad habitual son en él más fuertes que todo el resto.
Un hombre cuyo
sentido moral le dice que debe vencer a su pasión, lo hace porque en él el sentido moral (o sea,
cierta emoción) es más fuerte que sus otros sentimientos, sus otras emociones.
En realidad, todo
esto es tan claro y simple como el día, y las personas sólo se confunden
porque, al llamar a diferentes grados de una misma cosa con diferentes nombres,
empiezan a ver diferencias
fundamentales donde la diferencia es sólo de grado.
ouspensky
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