CONTACTO CON LOS CENTROS SUPERIORES
Contemplar el Trabajo como una
preparación de los centros inferiores para la recepción de los Centros
Superiores, es una exposición definida, pero una cuyo significado hemos de
ponderar toda la vida.
Se ve en seguida que tal formulación
del Trabajo señala la existencia de un nivel más alto de comprensión que nos es
accesible pero del cual hemos caído o, si se prefiere, con el cual no nos hemos
puesto todavía en contacto en nuestra evolución personal.
Admitirán que si la evolución es
posible ha de haber algo hacia lo cual evolucionar y considerando al Hombre
capaz de evolución personal, esta idea está difundida en todo el Trabajo —la
idea que el Hombre es inferior a lo que podría ser debido a sus
potencialidades—.
Al comienzo experimentamos la vida a
través de los sentidos externos y nos esforzamos por lograr una posición y
estabilidad en la vida pero la vida no
nos satisface debido a esa curiosa y extraña composición que nos pertenece—.
Desde luego me refiero ahora a
quienes poseen un Centro Magnético, a quienes siempre encontraron algo extraño
en la vida tomada por si misma.
El desarrollo de ese lado no
desarrollado de nosotros mismos representado por la posibilidad de contacto con
los Centros Superiores no se logra por una mayor expansión en la vida y sus
oportunidades.
Se necesita OTRA COSA y esa otra
cosa es muy diferente en cuanto a su calidad y dirección de todo lo que
pertenece a la realización de las ambiciones de vida.
Por más que me esfuerce por alcanzar
una posición más alta en la vida, no añadiré un codo a mi estatura — esto es,
no me pondré en un contacto más estrecho con los continuos mensajes que
proceden de los Centros Superiores—.
Cabe decir quizá que los Centros
Superiores tratan continuamente de cambiarnos, pero no podemos oírlos.
Si, pero ¿cambiarnos en qué?
¿Qué es lo que buscan?
¿Cuál es su mensaje?
Para captar una parte reducida de lo
que es su mensaje debemos considerar lo que enseña el Trabajo, porque las
enseñanzas del Trabajo fueron designadas por Mentes Conscientes para indicarnos
lo que habríamos de conocer, ver y comprender al punto si estuviéramos en
contacto con los Centros Superiores.
METANOIA………
Y son muy pocos los que asimilan las
enseñanzas del Trabajo tanto en su mente como en su corazón, sino que las dejan
en la memoria donde son inútiles y de resultas de las enseñanzas del Trabajo no
cambian su manera de pensar —esto es, no producen metanoia o cambio de
mente—.
Con nuestras acostumbradas ideas de
vida ganadas a través del contacto con los sentidos, no podemos sufrir la
transformación o nuevo nacimiento que señala el Trabajo.
NUEVAS MANERAS DE PENSAR………
Son necesarias nuevas maneras de
pensar y el Trabajo nos las otorga, pero lo desdichado es que NO PENSAMOS CON
ELLAS.
Solo las anotamos en nuestra libreta
de notas.
Necesitamos formas completamente
nuevas de Verdad para alcanzar los Centros Superiores, necesitamos un nuevo
lenguaje, necesitamos nuevas maneras de pensar que nada tengan que ver con el
mundo tal como se lo ve.
UNA INTUICIÓN INTERIOR………
La verdad que desciende
continuamente de los centros superiores no puede alcanzarnos debido a la
falsedad y fingimiento que solo UNA INTUICIÓN INTERIOR que resulta de la auto
observación puede penetrar.
Pero entran aquí otros factores
poderosos tal como la pura ignorancia y las ideas totalmente equivocadas acerca
de nosotros mismos y de nuestro significado en la Tierra.
Para estas ultimas, las ideas y
enseñanzas del Trabajo se convierten en REMEDIO, pero solo si hallamos un suelo
donde puedan crecer y así cambiar la mente, esto es, toda la manera de pensar.
Esto, como es sabido, es metanoia,
que significa cambio de mente y se lo traduce equivocadamente
en el Nuevo Testamento por arrepentimiento.
Si las ideas del Trabajo sólo están
en la memoria, son inútiles, o más bien, el hombre es inútil.
El Trabajo no puede ayudarlo aunque
lo conozca de cabo a rabo de un modo intelectual ni tampoco nadie puede
ayudarlo.
Una de las octavas de Trabajo, tal
como fue enunciada por el Sr. Ouspensky, es la siguiente:
Mi — comprensión de las propias
dificultades.
Re — aplicación de las ideas del
Trabajo a uno mismo.
Do — prestar atención a las ideas
del Trabajo, valorarlas.
Si se deja a un lado Re —es
decir, la aplicación de las ideas del Trabajo a uno mismo— se pierde todo lo
esencial de la enseñanza.
NUESTRA VOLUNTAD………
El Trabajo no pasará a nuestra
voluntad y así no podrá cambiar nuestro ser.
Se seguirá pensando que se puede
hacer, que se es una sola persona, que se tiene voluntad, que se es consciente
y así sucesivamente.
En otras palabras, se seguirá siendo
MECÁNICO y teniendo la misma psicología mecánica, si cabe usar una frase tan
paradójica, como siempre se tuvo.
Nada que pertenezca a los Centros
Superiores podrá pasar.
Se seguirá moviendo, viviendo y
teniendo al propio Ser en la hediondez de nuestra vida mecánica.
TOMAR POSESIÓN DE SI MISMO………
Una persona no tomará posesión de sí
misma mediante lo que la conecta con el Trabajo y no emprenderá espiritualmente
la importante tarea de librarse de sí misma —de ella— de la persona llamada Sr.
X o Sra. Y.
Y aun si se trabaja por breve
tiempo, digamos, unos pocos minutos y se logra un punto de vista fuera de uno
mismo y se descubren las propias entonaciones, los hábitos y así sucesivamente,
se regresará en un instante a las antiguas entonaciones y se olvidará por
completo que se deseó librarse de ellas en ese momento de introspección.
Pero si se alimenta constantemente
los centros inferiores con las ideas del Trabajo, si se reflexiona, se lee, SE
MEDITA, se practica constantemente, poco a poco el peso del Trabajo en Uno
mismo equilibrará el de la Luna —esto es, el de nuestra mecanicidad— y el
cambio será posible.
LA PROPIA ELECCIÓN INTERIOR………
Pero solo llegará a ser posible a
través de la propia elección interior, viendo que se prefiere NO SER ESE
ESCLAVO del uno mismo que es nuestro mayor enemigo y la causa de todos nuestros
sinsabores, porque tan solo en esta libertad es posible cambiar y si se cambia
en esta dirección no se tardará en oír las voces de los centros superiores.
Ahora bien, mucho es lo que se dijo
acerca de lo que significa trabajar sobre los centros inferiores.
Hemos de trabajar en especial sobre
el Centro Emocional, porque en su presente estado mecánico impide el contacto
con los Centros Superiores.
No es otra cosa que una masa de
auto-emociones que nos llevan a las emociones negativas.
Ver las emociones negativas a esa
luz suele fortalecernos para nuestra lucha contra ellas.
Es muy sencillo —es así—: este
Trabajo tiene una meta definida; la conexión de los centros inferiores con los
Centros Superiores.
Si el Centro Intelectual permanece
bajo el hechizo del mundo sensorial y no tiene nuevas ideas y así nuevas
maneras de pensar y si el Centro Emocional se queda bajo el poder de las
auto-emociones, del amor propio de la auto-conmiseración, no habrá posibilidad
alguna de alcanzar el fin al que se refiere el Trabajo.
Maurice Nicoll
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