miércoles, 28 de enero de 2015

EL NOÚMENO

EL NOÚMENO
EL CONOCIMIENTO DE LAS COSAS EN SÍ MISMAS

Es muy correcta la idea de Kant de que el estudio del aspecto fenoménico del mundo no nos acercará más al conocimiento de las "cosas en sí mismas".

Una "cosa en sí" es una cosa como existe en sí, independientemente de nosotros.
                     
El "fenómeno de una cosa" es la cosa en el aspecto de ella que percibimos.

El ejemplo de un libro en las manos de un salvaje analfabeto demuestra muy claramente que es suficiente desconocer la existencia del noúmeno de una cosa (el contenido del libro en este caso) para que no se manifieste en los fenómenos.

Pero el conocimiento de su existencia es suficiente para abrir la posibilidad de hallarlo por medio de los mismísimos fenómenos cuyo estudio habría sido cabalmente inútil sin el conocimiento de la existencia del noúmeno.

Tal como para un salvaje es imposible que se acerque al conocimiento de la naturaleza de un reloj estudiando el aspecto fenoménico de éste, o sea, la cantidad de ruedecillas y la cantidad de dientes de cada una de éstas, de igual modo en el caso de un científico positivista que estudia el aspecto externo, que se manifiesto, de la vida, su secreta rozón de ser y la finalidad de manifestaciones separadas permanecerán eternamente ocultas.

Para un salvaje, el reloj sería un juguete muy interesante, complejo, pero enteramente inútil.

De modo parecido, ante los ojos de un materialista científico, un hombre parece ser un mecanismo que nació de manera desconocida, infinitamente más complejo pero no menos desconocido con respecto a la finalidad de su existencia.

Nos representamos cuán incomprensibles serían las funciones de una vela y una moneda para un ser plano, que estudie dos círculos idénticos en su plano.

Para un científico que estudie al hombre como un mecanismo, sus funciones serán igualmente incomprensibles.

Está claro por qué esto debe ser así.

Porque la vela y la moneda no son dos círculos idénticos, sino dos objetos muy distintos que tienen significado y uso totalmente diferentes en el mundo que es superior al mundo plano.

De modo parecido, un hombre no es un mecanismo, sino algo que tiene una finalidad y un significado en un mundo superior al mundo visible.

Las funciones de la vela y de la moneda en nuestro mundo son, para el imaginario ser plano, un noúmeno inaccesible.

Está muy claro que el fenómeno de un círculo no puede dar idea alguna de LA FUNCIÓN de la vela y SU DIFERENCIA con la moneda.

ouspensky


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