martes, 27 de enero de 2015

LA APLICACIÓN A UNO MISMO DE LAS IDEAS TRABAJO


Se ha dicho a menudo que este Trabajo se propone hacernos pensar.

El señor Ouspensky solía subrayar que la gente no piensa.

En lugar de hacerlo leen los periódicos o preguntan a sus amigos qué deben pensar o siguen el consenso general de las opiniones.

Esta falta de pensamiento individual lleva al pensamiento de masas.

El pensamiento de masas es dirigido por alguien que dice a la gente lo que debe pensar por radio, por propaganda, etc.

En una oportunidad, mientras hablaba con el señor Ouspensky sobre este parti­cular, me dijo que en el siglo pasado la gente solía pensar mucho más que hoy.

"La gente —dijo— solía pensar más individualmente.

Hoy se puede decir que la gente ha renunciado al pensamiento y sólo desea que le digan lo que debe pensar.

El Trabajo —agregó— se propone hacernos pensar por nosotros mismos.

"En otra ocasión dijo que la única manera en que el hombre podía despertar hoy era por medio de su parte pensante.

"Mire cómo se acrecienta el sueño de la humanidad —agregó—

Es extraordinario cómo la gente renuncia a la única cosa que le queda —a saber, el poder pensar por sí misma—.

Todos los libros, periódicos, radios, y demás, impiden pensar a la gente, aunque se los suponga capaces de acrecentar el pensamiento."

Ahora bien, pensar es muy distinto que recordar y a su vez mucho difiere de tener opiniones fijas.

Si la gente toma el Trabajo como un tema preparado que almacena simplemente en su memoria, se debe a que no piensa por sí misma acerca de LAS IDEAS del Trabajo.

Cuando la gente deja de pensar por sí misma entrega una parte de sí que aún puede conducirla al despertar.

Te­nemos tendencia a desear que todo nos sea debidamente explicado sin que debamos esforzarnos por encontrar nuestra propia solución —es decir, sin el esfuerzo de pensar por nosotros mismos.

Si una persona se formula las si­guientes preguntas:

"¿quién soy yo? ¿qué soy yo?" tenderá a buscar a otra persona para que le dé la respuesta de estas preguntas o pensar que son mal­sanas.

El trabajo dice muchas cosas sobre: "¿quién soy yo? ¿Qué soy yo?", pero lo que dice lo hace en términos generales para que sirva de guía al pensamiento individual.

El Trabajo, por ejemplo, dice que todos estamos dor­midos en la vida y que vivimos en un mundo de gente dormida en que todo sucede de la única manera en que puede suceder.

Si pregunto al Trabajo: "¿Qué soy yo?", me responde que soy un hombre dormido.

Ahora bien, es muy posible que se acepte la idea de que todos estamos dormidos y vivimos en un mundo de humanidad dormida, sin pensar en ello individualmente.

En este caso el Trabajo se convierte en algo semejante a la propaganda y la gente dirá: "Oh, sí, estamos todos dormidos y vivimos en un mundo de gente dor­mida" y tal vez agregue: "Pues bien, esto es lo que el Trabajo nos enseña."

Esta es memoria carente de pensamiento.

Esto no es aplicar el Trabajo a uno mismo mediante el pensamiento.

De hecho, se pueden aceptar las ideas del Trabajo simplemente porque no se desea pensar.

Todo ello significa un mero estar del Trabajo en la memoria, como algo que se aprende de memoria y que aún no está comprometido con el pensamiento individual y de este modo NO PUEDE COMBINARSE CON UNO MISMO.

Aún no está encendido.

Por medio de la observación de sí se descubre dormido y empieza a pensar por sí mismo sobre el propio estado de sueño.

Este es un esfuerzo inteligente.

Es aplicar inteli­gentemente el Trabajo a uno mismo.

Entonces se empieza a pensar: ¿Es cierto que la humanidad está dormida y que todo sucede de la única manera en que puede suceder mientras la gente esté dormida?

Si medita y observa logrará captar la verdad de una de las grandes ideas del Trabajo.

Lo hará entonces por sí mismo.

La idea de estar dormido ya no será más cuestión de la memoria sino una experiencia real que comenzó a experimentar y que lo transforma­rá.

Aprender las cosas de memoria no constituye el Trabajo, salvo en sentido muy limitado.

Cuando se aprende una cosa de memoria permanece meramente en la memoria formativa.

APRENDER ES SENTIR CON EL CORAZÓN………

Aprender es, en cierto modo, sentir con el corazón, porque la memoria ha de ser emocional.

LAS IDEAS DEBEN LLEGAR A SER EMOCIONALES………

Ahora bien, se dice en el Trabajo que LAS IDEAS que enseña deben llegar a ser emocionales.

Es preciso sentirlas.

En realidad es preciso sentir, por ejemplo, que usted mismo está dormido y anda por la vida sin verdadera dirección interior.

Que le digan que está dormido y que la humanidad está dormida y repetirlo como un loro es no comprender lo que enseña el Trabajo y es un pecado contra el Trabajo.

Significa que nunca se auto-observó a la luz del Trabajo.

Pero el trabajo es luz y es usted mismo quien tiene que advertir que está dormido bajo la luz y verdad del Trabajo y que vive en un mundo de humanidad dor­mida en que todo sucede.

Estas ideas ya no serán más una mera cuestión de memoria, una mera cuestión de repasar sus notas, sino que llegarán a ser una continua experiencia viva.

TRANSFORMA SU MANERA DE PENSAR………

Cuando esto empiece, el Trabajo ya no será más una memoria formativa semejante a tratar de recordar un libro científico o un artículo que ha leído, sino un proceso que tiene lugar en usted y lo transforma —transforma su manera total de pensar.

Quiero acentuar más esta cuestión del Trabajo que descansa en su memo­ria y el Trabajo que descansa en su comprensión individual.

PENSAR INDIVIDUAL………

No le cuesta nada recordar la idea de que está dormido y puede aceptarla sin ningún PEN­SAMIENTO INDIVIDUAL sobre lo que significa.

Quiero decir, puede aceptarla como una verdad.

VER LA VERDAD POR SI MISMO………

Pero nada puede ser verdad para usted a no ser que haya visto la verdad por sí mismo.

Puede recordar todas las ideas de este Trabajo y aceptarlas como tales y recurrir simplemente a su memoria para contestar a las cuestiones.

LA PERCEPCIÓN EMOCIONAL DE LA VERDAD………

El trabajo está entonces en la memoria superficial exterior y aun no se ha combinado con su persona mediante LA PERCEPCIÓN EMOCIONAL DE LA VERDAD de éste.

Tal vez posea bellas notas escritas con tinta negra y roja de cuanto se ha dicho en el Trabajo y crea conocerlo cabalmente.

Pero no cono­cerá nada del Trabajo.

CONTACTO………

No ha efectuado CONTACTO alguno con usted mismo; el tema del Trabajo es usted mismo y las ideas de éste intentan en realidad trans­formar eso que se llama usted mismo.

Quizá haya tomado, por ejemplo, las notas más exactas sobre cuanto se ha dicho acerca de las emociones negativas o los niveles del Ser y lo que se ha de hacer para que este crezca.

Empero todo puede permanecer simplemente en su memoria sin que haya hecho nada para aplicar el Trabajo a su Ser por medio de la observación de sí.

Ahora bien, uno de los mayores peligros que se corre en el Trabajo es hacer de él algo puramente formativo, algo que dependa puramente de la memoria.

La gente suele decirme a veces: "¿Por qué no prepara un resumen completo de todas las ideas del Trabajo y de cuanto se ha dicho así podemos leerlo una y otra vez para nuestro propio provecho?"

¿Por qué? Porque permanecería sim­plemente en la memoria exterior y en tal caso se puede tener la completa seguridad de que el nivel del Trabajo descendería a cero.

Sería algo que estaría fuera de usted y no dentro de usted.

No sería emocional.

No lo tocaría.

Un sistema de enseñanza esotérica que siempre se toma a sí mismo como fin —es decir, que vive cada vez más externamente— suele convertirse en MERO RECUERDO.

Siempre cabe la posibilidad de contestar las preguntas planteadas en el Trabajo basándose en la memoria, pero esto LES QUITA FUERZA.

Entonces no comprenderá NADA.

NO VERÁ entonces cuál es EL SIGNIFICADO de las nuevas ideas.

Será sencillamente un loro que repite de memoria las frases que oyó SIN COMPRENDER su significación.

De este modo la verdadera enseñanza llega a ser eventualmente inútil y por dicha razón, toda la enseñanza esotérica tiene que refundirse y renovarse para MANTENERSE VIVA.

Son muchos los sis­temas ya muertos que antes rebosaban vida.

NO TRATABAN DE COMPRENDER………

La razón de su muerte consistió en que las gentes ya no trataban más de comprender las ideas que enseñaban.

Permítanme repetir que la memoria y el pensamiento son dos cosas diferentes.

Se puede pensar acerca de lo que se recuerda o se puede simplemente recordar y usar la memoria de un modo automático.

Si alguna vez ha tomado examen a estudiantes, siempre conocerá cuándo el candidato habla sólo de memoria o cuándo habla de lo que se le ha enseñado.

Me han dicho que ahora los exámenes son meramente cuestión de memoria, pero en mi juventud no ocurría tal cosa.

Al tomar examen se descubría si los candidatos recordaban bien el tema, el capítulo y la página que se refieren a ese particular, pero también SI NUNCA HABÍAN PENSADO SOBRE EL SIGNIFICADO de lo que recordaban y era frecuente hallar una persona que, aunque no demostrara recordar bien los datos referentes al tema, exponía su pensamiento con individualidad y se daba mucho más valor a esta manera de pensar que a la mera memoria.

Tomemos, por ejemplo, el rayo de la creación, tal como suele ser recor­dado por una persona.

Contesto aquí a una pregunta que se me hizo reciente­mente.

La pregunta se hizo más o menos en esta forma:

¿Puede explicarme qué es el rayo de creación?

Ahora bien, tenemos aquí una idea que requiere un pensamiento individual.

El Rayo de creación puede tomar un significado emocional para la persona que empieza a pensar en él.

Muestra, por ejemplo, dónde estamos e indirectamente qué somos y quiénes somos y qué debemos hacer y de dónde puede venirnos la ayuda.

Pero si se toma simplemente el Rayo de Creación como una cosa que es preciso recordar, se pierde toda la finalidad de este importante diagrama.

¿Qué nos muestra emocionalmente el Rayo de Creación —esto es, mediante la percepción emocional de su significado—?

Nos muestra un Universo pavoroso ordenado en escala de arriba abajo y que ocupamos un lugar muy bajo en esta vasta maquinaria.

Muestra que la tierra es un punto diminuto.

Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre registrar meramente todo esto en la memoria y pensar acerca de su signifi­cación?

En ello radica toda la diferencia.

Si piensa individualmente sobre el Rayo de Creación y mentalmente se pone a sí mismo en la tierra, llega a ser emocional.

Le dará emociones que de ordinario no tiene.

¿A causa de qué razón?

Porque disminuye nuestro bárbaro egotismo y auto-suficiencia.

Hiere nuestro prestigio, nuestra auto-estima.

Desde el punto de vista del Rayo de Creación, percibido emocionalmente, en la práctica no somos nada, en la práctica carecemos de toda importancia y empero nos fue concedida una opor­tunidad.

El Trabajo dice que somos tan minúsculos en la totalidad del Universo que si dejara de existir la raza humana apenas se notaría.

Y empero nos fue concedida una oportunidad tal como lo muestra la octava  lateral.

Ahora bien, está la memoria y el conocimiento que se basa en la memoria —esto es, conocer simplemente lo que se recuerda, lo cual no es exactamente conocer sino mero recordar— y entonces se tiene la distinción entre conocer y reconocer.

Es posible que recuerde muchas cosas acerca de usted mismo y afirme que se conoce.

¿Reconoce lo que sabe gracias a la memoria?

Pues bien, hay muchas clases de memoria.

Toda la memoria que se adquiere en el trabajo por medio de la observación de sí es almacenada en un diferente lugar en los centros porque posee una calidad emocional relacionada con la memoria que se ha logrado por medio de la observación de sí.

La emoción nos transforma.

Las emociones de sí nos mantienen tal como somos.

La me­moria superficial nunca nos transformará porque en un sentido nos es exter­na.

Pero lo que llega a ser más hondo e interior en nosotros puede trans­formarnos.

Pero esto no tiene lugar a no ser que primero la mente cambie —esto es, a no ser que se obtengan del trabajo ideas diferentes sobre uno mismo y la vida—.

Esta es la nueva verdad.

Esta nueva clase de pensamiento se vuelve gradualmente emocional y afecta el ser.

Empieza por despertar el centro emocional que es el objeto supremo del trabajo —no el centro emocional tal como se lo tiene al presente lleno de sentimientos de sí, sino un centro emocional diferente—.

Esto es lo que nos transforma.

Pero si la memoria del Trabajo sigue siendo puramente formal (una libreta de apuntes) nada podrá suceder.

Por cierto, no ha iniciado aún la octava del trabajo que tiene su punto de partida en la valoración de esta clase de enseñanza en medio del mundo tal como es ahora.

La segunda nota de la octava-Trabajo es la aplicación de las ideas de éste, y la tercera nota es la comprensión de las propias dificultades en relación con el Trabajo —que obstaculizan su progreso—.

Mas oír meramente el Trabajo y repetirlo de memoria y anotarlo en libretas de apuntes, no llegarán a transformarlo.

Se puede aprender chino o francés exactamente de la misma manera y ello pertenece a la memoria externa y no transforma a una persona —esto es, no hace de ella un hombre o mujer diferente—.

Pero al principio es necesario grabar y registrar las ideas del Trabajo en la memoria externa —esto es, la parte formativa o motora del Centro Intelectual—.

Esto es inevitablemente el primer paso.

Es preciso llegar a conocer las ideas del Trabajo y grabarlas.

De lo que hablo es del próximo estado —es decir, el momento en que esas ideas llegan a ser emocionalmente percibidas mediante su aplicación a uno mismo, ante todo al propio pensa­miento y luego al propio ser—.

Cuando se dice que el Trabajo se propone hacernos pensar de una manera nueva, significa que las ideas del Trabajo deben empezar por cambiar nuestra manera de pensar y no se puede esperar que ello suceda a menos de haber grabado estas ideas por haberlas oído mu­chas veces hasta que se las conozca en la memoria.

La próxima etapa finca en aplicar estas ideas a uno mismo mediante la observación de sí.

La obser­vación de sí conecta las ideas del trabajo con uno mismo.

Si no se practica la observación de sí las ideas del Trabajo permanecerán fuera de uno como simples cuestiones de memoria.

UN NUEVO SENTIMIENTO SOBRE LAS COSAS………

Pero las ideas del trabajo son espermáticas —esto es, son muy potentes y pueden generar en nosotros no sólo una nueva manera de contemplar las cosas sino UN NUEVO SENTIMIENTO SOBRE LAS COSAS.

En otras palabras, el trabajo nos da una comprensión que está en estrecha relación con la inteligencia.

ESCAPAMOS A LA REPETICIÓN………

Es por medio de la comprensión de la inteli­gencia como escapamos a la continua repetición de la misma cosa en nuestra vida.

Si hace uso del trabajo a través de la inteligencia, empezará a trans­formarse, pero esto sólo puede suceder si toma el Trabajo en sí mismo y comienza a vivirlo.

En lo que respecta al desarrollo de la inteligencia, las ideas del Trabajo son inextinguibles.

El Trabajo está destinado a hacerlo pensar y si empieza a estructurar verdaderos pensamientos acerca del Tra­bajo, hallará que su pensamiento se nutre en una fuente que nunca se agota.

Maurice Nicoll



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