sábado, 14 de febrero de 2015

TRATAR DE PENSAR CORRECTAMENTE


TRATAR DE PENSAR CORRECTAMENTE

P. Usted dijo que, al tratar de pensar correctamente sobre estas ideas, se necesita usar la parte intelectual del centro intelectual. ¿Puede hacerse esto únicamente tratando de controlar la atención cuando se piensa?

R. No, es una acción simultánea; no puede dividirla.

El hecho es que, sobre ciertas cosas, usted sólo puede pensar en la parte interior del centro intelectual: si piensa correctamente y formula correctamente aquello sobre lo cual usted quiere pensar.

Luego, ciertamente, ha de mantenerse en esta idea sin permitirse penetrar en la imaginación.

De modo que la función misma determina el lugar.

Pienso que se trata simplemente de que no estamos acostumbrados a pensar sobre estas ideas: no pensamos que sea necesario pensar en ellas.

Si nos damos cuenta de la necesidad, entonces quizá podamos.

Pero los amortiguadores nada tienen que hacer con ello”.

Ouspensky





domingo, 8 de febrero de 2015

VALORAR EL TRABAJO PSICOLÓGICO

VALORAR EL TRABAJO PSICOLÓGICO

En este comentario consideraremos qué es la conciencia.

Estamos estudiando el acrecentamiento de conciencia sobre el cual tanto hincapié hace El Trabajo y en el que algunos no ven significado alguno.

Recordemos primero que nada se puede aprender con exactitud sin AFECTO.

Una de las manifestaciones del afecto es el INTERÉS.

A nadie le cuesta ver que es imposible aprender un tema a menos de interesarse por él.

Por lo tanto, no veremos significado alguno en todo lo que es enseñado acerca del acrecentamiento de conciencia en El Trabajo si el tema no nos interesa.

En este caso, probablemente creemos en secreto que ya somos plenamente conscientes.

Si es así, solo cabe decir que constituye un admirable ejemplo de la adoración de sí y exige una capilla privada con un altar sobre el cual este colocado un gran retrato de uno mismo.

Sin embargo, el problema a veces no radica en la adoración de sí.

Se debe a veces a que una persona no entiende a que se asemeja un acrecentamiento de conciencia.

Quiero decir, tal vez no afirme cómoda o ciegamente que está plenamente consciente y hasta admite no estarlo, pero es incapaz de entender lo que significa acrecentar la conciencia y se siente impotente debido a su ignorancia.

Todos conocemos ese estado.

Ahora bien, para salir de ese estado debemos retornar a la valoración del Trabajo y a las razones que impulsan a buscar el Trabajo.

Diré meramente que a menos de hacerlo nos quedaremos atascados.

Todos los esfuerzos cesaran, por eso es necesario regresar interiormente a la valoración —y revaluar el Trabajo—.

Esto libera la energía.

En términos de LA OCTAVA-TRABAJO hemos de retornar a la nota Do y hacerla sonar con más fuerza.

Muchos "yo" atacan esa nota y buscan extraer su energía de vibración —"yo" burlones, "yo" payasos, "yo" feos, "yo" crueles, "yo" duros, "yo" discutidores, "yo" denegadores, "yo" alborotadores—.

Todas las cosas desagradables que están en nosotros intentan atacar esta nota inicial del Trabajo.

Lo hacen porque saben, aunque lo ignoremos, que el poder que tienen sobre nosotros se verá amenazado por El Trabajo, que aporta valores extraños y nuevos.

Porque la valoración del Trabajo, que es Do, radica en valorar nuevos valores, y una constante renovación de ellos mediante la revaloración es necesaria y no una constante revaloración de los antiguos valores.

El hombre interior ha de renovarse día tras día, tal como lo dice San Pablo.

Le sorprenderá ver cuán tenue, cuan débil, puede llegar a ser ese Do.

Se debe ello a que no lo renueva día tras día y permite que el tumulto de la vida lo ahogue.

Las circunstancias pueden hacer que un Do-vida sea fácil: un Do-Trabajo no es fácil —va en contra de la vida—.

Además de hacer sonar fuertemente la nota Do en nuestro ser, es preciso reflexionar hondamente —esto es, en el Hombre Interior— por qué se busca El Trabajo, porque ambos van juntos —o deberían ir—.

Si una persona carece de valoración y de propósito, ¿cómo puede recibir alguna vez la fuerza del Trabajo?

Nada tiene con que recibirla.

Si no hay nada en ella que reciba El Trabajo, éste no puede ayudarla.

Si no influye en su manera de pensar o sentir o actuar, es la señal de que carece de valoración y de propósito.

Ahora bien, tal como se dijo, quizá se deba a que una persona es incapaz de comprender qué significa el acrecentamiento de conciencia y se siente impotente.

Ocurre así cuando dicha persona nunca pensó en la conciencia.

No cabe duda que la daba por supuesta y nunca pensó qué era en realidad.

Una enseñanza que le dice, que no es propiamente consciente la desconcierta.

Maurice Nicoll


VER LAS COSAS SIN ASOCIACIONES

VER LAS COSAS SIN ASOCIACIONES

Una de las maneras de percibir más impresiones es intentar ver las cosas sin asociaciones.

Este es un método muy interesante.

Otra manera de hacerlo es examinar todo cuanto sucede en la vida a la luz del Trabajo, esto es, llevar el trabajo al lugar de entrada de las impresiones.

Otra manera es ver a la personalidad obrando en uno mismo.

Hallarán por sí mismos a medida que progresan en el trabajo muchas maneras de percibir mayor cantidad de impresiones.

Pero es preciso recordar que todo tiende a hacerse mecánico.

En consecuencia, si encuentran la manera de percibir las impresiones más plenamente, no cabe esperar que produzcan siempre los mismos resultados.

Hay que ser hábil.

No hay que jugárselo todo a una carta, como dijo una vez el Sr. Ouspensky, hay que emplear métodos diferentes en diferentes momentos.

Ahora bien, si pudiéramos hacer pasiva a la personalidad —digo "si"— entonces las impresiones serian recibidas por la esencia que esta detrás de la personalidad.

Esto nos procuraría mucha fuerza.

Todo parecería más fresco, más brillante, más interesante.

Como somos mecánicos, a menudo dejamos de percibir nuevas impresiones en una etapa muy temprana de nuestra vida.

Percibimos simplemente las mismas impresiones una y otra vez.

Vemos todo exactamente de la misma manera y nos tomamos los unos a los otros exactamente de la misma manera.

Desde luego, si se pudiera ver a una persona conocida sin asociaciones, se recibiría un choque.

Se vería una persona muy diferente.

Del mismo modo, si empezamos a vernos a nosotros mismos por medio de la observación de si, recibiremos otra vez un choque y comprenderemos que no nos conocemos a nosotros mismos y que somos muy diferentes de lo que creíamos.

Recuerden la extraña frase esotérica de los evangelios, en la que Cristo habla de lo que es necesario para trabajar sobre si.

En realidad habla sobre la personalidad.

Dice: "de cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él". (lucas, xviii, 17.)

Debemos reflexionar sobre la idea de este trabajo, a saber, llegar a ser conscientes.

Les hablaré sobre la personalidad —esto es, la parte adquirida de nosotros— y les recordaré unas pocas cosas.

Todas las personas tienen una personalidad construida con sus puntos de vista, sus simpatías y antipatías, sus costumbres, actitudes, etc.

¿No ven que cada uno de ustedes, tiene esa clase de maquina sin ser ella?

Ahora bien, como se dijo, si la personalidad se hace más pasiva, las impresiones empiezan a ser recibidas por la Esencia.

Esto permite que la esencia crezca —una experiencia extraordinaria—.

Mientras las impresiones sean recibidas por la personalidad producirán siempre los mismos efectos mecánicos.

Pero cuando empiezan a ser recibidas por la Esencia todo es siempre nuevo y más rico y más variado.

De hecho, todo es maravilloso.

En lugar de tener el sentimiento de que todo se repite siempre, se empieza a sentir que ninguna cosa es siempre la misma.

Pero es necesaria una condición: vivir más el momento y reparar en aquellas fuerzas que aparecen en el momento y de este modo percibir las impresiones en el momento mismo.

Si se vive siempre en la imaginación o en el pasado es imposible.

Cuando estamos en la esfera de la Personalidad y solo reaccionamos de una manera fija, estereotipada, mecánica en cada momento no tardamos en sentir un extraño estancamiento, una "muerte" en nosotros mismos.

No hacemos intento alguno de recibir nuevas impresiones.

Es estar en verdad en una persona que se ha formado en uno mismo y a la que se cree que es uno mismo.

Lo más interesante es que la gente suele decir:

"¿Cómo puedo pensar diferentemente?

¿Cómo puedo sentir diferentemente?", cuando este es el punto principal y único del Trabajo.

Si uno no puede observar cómo reacciona, entonces nada puede ser cambiado.

Si no puede o no quiere percibir nuevas ideas, luego, nada puede ser cambiado.

Si cree que puede conservar sus antiguos modos de pensamiento y sentimiento y de valoración de las cosas y se contenta con agregar algo nuevo a su propia persona tal como es, entonces nuevamente no puede cambiar.

Es usted quien ha de cambiar y usted es exactamente lo que mecánicamente piensa y siente sobre todas las cosas.

Eso es usted.

¿Ha observado alguna vez este usted, esta persona que piensa, siente y actúa como siempre?

¿Está satisfecho de este usted adquirido?

Maurice Nicoll








EL HABLAR POR HABLAR

EL HABLAR POR HABLAR

No hay nada dañino en el hecho mismo de hablar.

Pero en algunas personas, especialmente en aquellas que lo notan menos, es en realidad un vicio.

Hablan todo el tiempo, donde quiera que estén, mientras trabajan, mientras viajan, y hasta mientras duermen.

Nunca dejan de hablarle a alguien, si hay alguien con quien hablar, y si no hay nadie se hablan a sí mismos.

Esto, también, no sólo debe ser observado sino RESISTIDO tanto como sea posible.

Uno no puede observar nada si no controla su hablar, y todos los resultados de las observaciones se evaporarán de inmediato al hablar.

Además, podemos señalar el hábito de hablar sin cesar, de todo y a todo el mundo, y si no hay nadie, de hablarse a sí mismo; el hábito de alimentar quimeras, el ensueño perpetuo, nuestros cambios de humor, los continuos pasajes de un sentimiento a otro, y miles de cosas completamente inútiles que el hombre se cree obligado a sentir, pensar, hacer o decir.

"Para regular y equilibrar el trabajo de los tres centros cuyas funciones constituyen nuestra vida, es indispensable economizar la energía producida por nuestro organismo; no hay que derrocharla en un funcionamiento inútil, sino ahorrarla para la actividad que unirá gradualmente los centros inferiores con los centros superiores.

ouspensky


LOS CETROS INFERIORES Y LOS CENTROS SUPERIORES

LOS CENTROS INFERIORES Y LOS CENTROS SUPERIORES

SOBRE EQUILIBRAR UN CENTRO

El Trabajo enseña que en nosotros hay dos centros superiores, denominados centro emocional superior y centro intelectual superior.

Son distintos del centro emocional inferior y del centro intelectual inferior.

Los dos centros superiores están plenamente desarrollados y su obrar es constante, pero no los oímos.

Sus vibraciones son demasiado finas.

Los centros inferiores, a menos de estar desarrollados, no están sintonizados con ellos.

Es decir, no podemos oír los mensajes que nos llegan desde los niveles superiores de conciencia.

Ahora bien, sabemos que en la enseñanza del trabajo es un principio que lo que está en un nivel superior percibe y aprehende lo que está en un nivel inferior, pero lo que está en un nivel inferior no puede percibir ni aprehender lo que está en un nivel superior.

Vemos que ocurre lo mismo en la vida visible, que refleja las cosas invisibles de los significados superiores.

Una persona de un nivel inferior no puede comprender a una de un nivel superior.

Lo inferior no comprende lo superior.

De la misma manera, no podemos comprender a un hombre consciente, despierto.

Sería totalmente diferente de nosotros.

Los discípulos no podían comprender a Cristo.

SUPONEMOS que un Hombre Consciente es una especie de hombre más grande e impresionante que un hombre ordinario.

A primera vista no podemos entender fácilmente que es otra clase de hombre —un hombre por completo nuevo—.

Más tarde, a medida que despertemos, empezamos a captar vislumbres de lo que esto significa y tal vez veamos alguna conexión con las palabras: "El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más no sabes de donde viene, ni a donde va; así es de todo aquel que es nacido del Espíritu" (Juan, III, 8).

Cabe comprender que ser "nacido del Espíritu" tiene que ver con haber nacido bajo otra Fuerza Neutralizante que la Vida.

Ahora bien, un hombre consciente puede "oír" los centros superiores, y así seguir sus insólitas amonestaciones e instrucciones.

No es predecible como la vida de un hombre mecánico.

…Ya no será mas una maquina, así la mecanicidad no lo explicará

En lugar de ello es una psicología.

Sus centros inferiores están al mismo tiempo "purificados" y "equilibrados" de modo que ahora están sintonizados con las sutiles vibraciones que provienen del centro emocional superior (que trabaja con el hidrógeno 12, una materia-energía muy fina), y las vibraciones del centro intelectual superior (que trabaja con el hidrógeno 6, una materia-energía aun más fina).

Esto significa, entre muchas otras cosas, que las divisiones interiores de los centros intelectual y emocional están plenamente abiertas en tal hombre.

Pero mientras un hombre siga usando solo las divisiones exteriores de sus centros ordinarios (en las cuales solo residen el pensar sensual y las auto-emociones), esta sintonizado con el Mundo.

Entonces no puede "oír" sus Centros Superiores, aunque estén trabajando constantemente.

Aunque pudiera oírlos, estaría "sordo" y "ciego" a su significado.

Si hablamos otra vez del Hombre Equilibrado —esto es, el Hombre No 4— debemos extender nuestra concepción de lo que para El Trabajo significa el término EQUILIBRIO más allá de lo que fue explicado previamente.

Consideremos un solo centro.

Si un hombre solo usa la división externa de un centro, aquella que esta vuelta hacia la Vida por intermedio de los sentidos, ese centro NO ESTÁ EQUILIBRADO.

Evidentemente no está equilibrado.    

La única parte de ese centro, que es usada, hará juicios y tomará decisiones sobre asuntos importantes, tal como si se tratase del centro entero.

Por ejemplo, la división externa del Centro Emocional, donde la poderosa emoción del amor de si gobierna por sí mismo, emitirá decisiones emocionales acerca de la gente y de las situaciones que serían totalmente diferentes si el centro entero estuviera obrando.

Esto es absurdo, y da cuenta de la gran cantidad de sorprendentes absurdos y violencias de nuestra acostumbrada vida emocional.

De la misma manera, la división externa o formatoria del Centro Intelectual llega a conclusiones acerca de cuestiones importantes, como, digamos, la naturaleza del Universo, que están basadas por entero en la limitada lógica del Si o No y en el pensar sensual —esto es, en el pensar que solo se basa en la evidencia de los sentidos externos—.

Esto es nuevamente absurdo.

Pero da cuenta de los insensatos absurdos de las interpretaciones modernas.

Lo importante es que el centro entero debiera trabajar y no una pequeña parte por si misma.

Si solo se usa una pequeña parte de un centro, los juicios y conclusiones están sujetos a ser invariablemente equivocados salvo para los asuntos triviales.

Entonces estamos usando centros desequilibrados.

Han de ver que estoy hablando de una manera especial.

Pero si el trabajo comienza a abrir las divisiones interiores de los centros (como lo puede hacer si se trabaja) que comunican, no con el mundo visible y sus significados, sino con los significados transmitidos por los niveles superiores que pertenecen a los centros superiores, el centro mismo llega a ser cada vez más equilibrado.

De otro modo un hombre está abierto de un lado y cerrado del otro.

Entonces es un hombre desequilibrado, hablando psicológicamente.

Ahora bien, ¿cómo puede abrir el otro lado, el vuelto hacia los significados que fluyen continuamente desde los Centros Superiores, para los cuales estamos sordos?

Solo por el trabajo sobre sí. (De paso, ¿han hecho ustedes hoy un poco de trabajo sobre si —o esta semana— tanto en la línea del conocimiento como en la del ser?)

Cuando los hombres trabajan sobre si —interiormente (para no ser vistos por los otros) e inteligentemente, lo cual es VER lo que antes eran o lo que son ahora en relación con lo que El Trabajo enseña— entonces queda grabado.

Están haciendo algo especial.

No están trabajando por una razón-vida sino por una razón-trabajo.

Están usando momentáneamente la Fuerza Neutralizante del Trabajo y no la de Vida.

Están disminuyendo la Personalidad hasta hacer de ella una sombra.

Es por eso por lo cual es especial y por lo cual queda grabado.

Queda grabado en las divisiones interiores de los centros y así empieza a abrirlos.

Los Centros Superiores —que están en nosotros— nos conocen y comprenden, porque el nivel superior percibe y comprende al inferior.

Es por eso que todo esfuerzo de trabajo genuino queda grabado en un lugar especial —esto es, en las divisiones interiores de los centros—.

No debemos preocuparnos porque nadie reparo en ello.

Somos plenamente conocidos y transparentes para aquellos que están en un nivel superior que se intercomunica con los Centros Superiores.

No nos conocemos a nosotros mismos pero imaginamos conocernos.

Estamos “sordos” y “ciegos”, y por eso necesitamos que nos curen.

Pablo dijo, al hablar de su fin: "Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido" (I Corintios, XIII, 12).

¿Por qué algunos de ustedes tantean en la oscuridad, después de tantos años, aun sin comprender lo que significa el trabajo sobre si?

¿Qué les pasa?

¿No son capaces de observar lo que en ustedes contradice francamente la enseñanza del Trabajo?

Maurice Nicoll


LA PÉRDIDA DE FUERZA

LA PÉRDIDA DE FUERZA

El concepto de fuerza es una idea esencial en este trabajo.

Debemos de tener fuerza con el fin de despertar.

El Trabajo dice que el ser humano pierde fuerza de muchas maneras específicas, que ahorra fuerza trabajando sobre ellas (técnica de no-identificación) y que crea fuerza por el acto de recuerdo de sí.

Se nos dice que comenzamos a despertar sólo después de luchar contra la identificación y la mecanicidad que nos impone la vida y que hace que permanezcamos dormidos.

La vida forma muy temprano en nosotros diversos actos de perder fuerza, de modo que la perdemos de forma mecánica.

Sería interesante aislarnos de ciertas influencias de la vida e ir explorando el dominio sobre ellas poco a poco.

Es muy difícil VER de qué modo perdemos nuestra fuerza.

Debemos vernos a la luz de un nuevo conocimiento con el fin de comprender lo que está sucediendo continuamente.

En el Trabajo comenzamos a ser conscientes de la necesidad de hacer frente a una gran cantidad de hábitos que no son nosotros.

Es necesario valorar y comprender que este esfuerzo tiene una meta muy concreta.

La auto-observación es una técnica de gran ayuda para romper con la mecanicidad, pero es en la no-identificación donde está la clave que impide la pérdida de fuerza.

Si nos identificamos con todo lo que nos atraviesa, no nos quedará fuerza suficiente para hacer o comprender el trabajo que estamos tratando de llevar a cabo.

El Trabajo permanecerá en la lejanía como una nube.

La sinceridad en el trabajo también es de suma importancia pues, aunque las causas que provocan la pérdida de fuerza están bastante generalizadas en todos nosotros, en cada persona obra una causa particular que debe ser observada individualmente en detalle y esto exige un esfuerzo constante y consciente.

Si se carece de dicha sinceridad con respecto al Trabajo, tampoco puede haber una percepción interior.

Es muy interesante observar el origen de la pérdida de fuerza y las condiciones que se relacionan con dicha pérdida, pero a veces es necesario mucho tiempo hasta que nos damos cuenta de la causa que lo produce.

A menudo sucede que ciertas cosas a las que se cree inofensivas o admirables provocan dicha perdida.

Debemos recordar el otro ángulo, aquel que crea fuerza.

Es el acto de recuerdo de sí el que crea fuerza.

Así se ahorra fuerza por cada acto de des-identificación y se crea fuerza por el auto-recuerdo.

EXISTE UNA POSIBILIDAD………

Para que este trabajo se produzca debemos de partir del sentimiento de que hay otra cosa, de que somos extremadamente pequeños en el Universo y de que existe una posibilidad.

Debemos de tratar de auto-recordarnos todos los días porque estamos intentando despertar a otro nivel de ser.

Pero para despertar es preciso tener fuerza y no mal emplearla o dilapidarla en todo momento.

Cada persona deberá hacer un estudio a través de la auto-observación, que le dé luz sobre las causas de dicha pérdida.
Debemos de vivir la vida, no ser devorado por ella.

Maurice Nicoll


PARTE EXTERIOR E INTERIOR DE LOS CENTROS

PARTE EXTERIOR E INTERIOR DE LOS CENTROS

Mente Exterior o Mente Sensual es la parte externa de los Centros intelectual, emocional, motor-instintiva-sexual.

Aquella parte vuelta hacia los cinco sentidos, hacia el mundo exterior.

Mente Interior es la parte interna de los Centros intelectual, emocional, motor-instintiva-sexual.

Aquella parte vuelta hacia los Centros Superiores.

PARTE EXTERIOR E INTERIOR DE LOS CENTROS………

En primer lugar, todas las cosas tienen un sentido exterior e interior, los cuales son por completo diferentes.

La misma cosa contemplada exteriormente es muy diferente de lo que es contemplada interiormente.

Sin embargo es la misma cosa.

Por amor a la simplicidad dividamos la mente en mente exterior y en mente interior.

La misma cosa contemplada por la mente exterior se vuelve muy diferente que cuando la contempla la mente interior.

Si hay dos hombres, uno de los cuales contempla una cosa con su mente exterior, y el otro la contempla con su mente interior, tendrán impresiones totalmente diferentes de dicha cosa.

Al parecer están contemplando dos cosas por completo diferentes y sin relación alguna.

Empero están contemplando la misma cosa, pero con dos mentes diferentes.

Uno contempla la cosa con su mente exterior, y el otro la contempla con su mente interior.

Todas las parábolas tienen un significado exterior y uno interior.

Ahora bien, es evidente que ya que las dos mentes, la exterior y la interior, contemplan la misma cosa de una manera tan completamente diferente, no pueden ser continuas, sino discontinuas.

Con esto se quiere decir que una no puede mezclarse gradualmente con la otra.

Deben ser distintas y separadas una de la otra como dos cuartos en una casa, uno de los cuales está en la planta baja y el otro en el primer piso.

Esta discontinuidad de las dos mentes muestra que sus funciones son diferentes.

Esto es, sus usos son diferentes.

La mente exterior es usada para el mundo de fuera.

Está vuelta hacia la vida y sus asuntos por medio de los sentidos.

Puede ser inteligente o estúpida, o bien o pobremente desarrollada.

Debería desarrollarse tan ampliamente como le sea posible.

Su conocimiento es de la clase que se puede comprar en cualquier lugar y en cualquier momento.

El uso de la mente interior es más difícil de definir.

En la mayoría de la gente no es usada en absoluto.

No está abierta, como un cuarto desocupado, cuya puerta nunca fue abierta.

No se puede pasar libremente desde la mente exterior a la mente interior, porque no están en el mismo piso.

Algunas personas suponen que se puede hacerlo.

Cuando se ponen en contacto con El Trabajo y se les dice que es necesario un cambio de mente (metanoia), usan la misma mente que antes, año tras año, y así se quedan empantanadas o atascadas.

Como lo señalé, se puede comparar la mente interior a un cuarto en el primer piso, mientras que la mente exterior está en el piso bajo.

Al no poseer sentido alguno de escala, dichas personas no comprenden lo "superior" y lo "inferior" era ellas.

Les recordaré que escala significa escalera (scala) y una escalera se utiliza para subir y bajar y sus peldaños son discontinuos.

Si no lo fueran, no sería una escalera sino una tabla.

Para subir un peldaño, hay que abandonar el piso bajo.

Es preciso dejar la mente exterior y sensual, con sus maneras de pensar, y contemplar las cosas.

Algunos lo encuentran imposible.

Sin embargo es posible, si uno se deja ir.

¿Soltar qué? no tengo idea alguna de lo que usted debe soltar.
Es preciso que lo descubra por sí mismo.

Ha de mirar hacia una dirección que a usted le parece increíble —quiero decir hacia sí mismo.

Ahora bien, la mente interior cuando se la abre y se la limpia y se deja penetrar el aire, está pronta para recibir y agasajar a sus invitados —o dejar entrar, digamos, pensamientos y percepciones— que afectan a la mente exterior y eventualmente la controlan.

Es así como debieran ser las cosas.

Este es el orden correcto.

Cuando la mente exterior nos gobierna, el orden es incorrecto.
Un orden equivocado nos hace desdichados.

Lo interior, por ser mucho más elevado en dignidad y excelencia —esto es, en la escala de ser— debería controlar lo inferior.

Cuando, sin embargo, exaltamos lo inferior y lo dotamos de falsa dignidad y excelencia, es por cierto algo ridículo y doloroso.

Empero las gentes lo hacen; y no pueden subir la escalera.
Por lo tanto algo debe suceder primero —antes de subir la escalera—.

Ahora bien, la mente más baja o exterior no puede abrir la mente más alta o interior.

Les ruego comprender y grabar que exterior es inferior, e interior es superior.

Las divisiones exteriores de los centros son inferiores y las divisiones interiores son superiores en escala.

Asimismo lo que es superior es "más inteligente" que lo que es inferior; lo superior puede ver y comprender lo inferior, pero lo inferior no puede comprender lo superior.

Es lo mismo que decir que “lo interior puede observar y comprender lo que es exterior: pero lo exterior no puede observarse o comprender lo que es interior”.

De ahí sigue que la mente exterior o inferior no puede abrir la mente interior o superior.

Esto es, el pensar sensual no puede abrir la mente interior.
Mientras siga usted pensando sensualmente, está en la planta baja de su ser.

Tiene que empezar a pensar de una nueva manera para subir al piso alto.

El primer objeto del trabajo es hacerle pensar de una nueva manera —cambiar su mente—.

Como dije recientemente, usted no lo puede hacer si persiste en pensar acerca del Trabajo desde la vida —esto es, con su mente exterior.

Tiene que empezar a pensar acerca de la vida desde el trabajo.
Cuando recibe el trabajo interiormente, comienza a abrir la mente interior, porque está designada para hacerlo así.

Entonces empieza a ver la vida desde lo que el trabajo dice acerca de ella.

La ve muy diferentemente de lo que la veía cuando la contemplaba desde su mente exterior.

Esto se debe a que la está contemplando desde su mente interior, que el trabajo abre.

Nos enseña cómo la misma cosa, contemplada desde la mente exterior, se vuelve muy diferente cuando se la contempla desde la mente interior.

Es la misma cosa pero contemplada por dos mentes muy diferentes y discontinuas, situadas en niveles diferentes —era uno mismo—.

No piense que puede captar casualmente este Trabajo añadiéndole algún conocimiento de su mente exterior.

Nunca podrá arraigarse allí.

No se puede sembrar trigo en la calle de una ciudad.

Sólo una calidad correcta de valoración del Trabajo la hará caer en un suelo apropiado en usted donde podrá crecer —y éste es la mente interior—.

Y por valoración no quiero decir valorarlo en función de los valores de vida, tal como ser eminente o gozar de poder o de distinción o de fama o de posición o de opulencia o de lujo y de posesión.

Estas son las fuerzas rectoras de la vida. Pertenecen a la mente exterior.

Maurice Nicoll