LA ANALOGÍA DEL
PROFESOR Y SU CLASE
Por: Maurice Nicoll
¿Qué pruebas existen
acerca de los niveles de conciencia en el hombre desde el punto de vista
fisiológico? ¿Qué es lo que nos dice la neurología?
En sus enseñanzas
acerca del sistema nervioso, Hughlings Jackson, el precursor de la neurología
en Inglaterra, lo concibe como un sistema de niveles nerviosos integrados, en
el cual lo superior contiene y gobierna lo inferior.
¿Qué es el sistema
nervioso?
Debemos entender que
el sistema nervioso no es una cosa, una composición, una uniformidad.
Es una estructura de diferentes agrupaciones
de células ajustadas y eslabonadas conforme al principio de la escala y que
aparentemente preside la corteza cerebral que, en sí misma, muestra varios
estratos o niveles de células nerviosas.
Jackson enseña que si
se debilita la acción de un nivel superior del sistema nervioso la actividad
del nivel inferior queda liberada.
Una función inferior
reemplaza a una superior.
El punto al cual dio
mayor énfasis es que, si lo consideramos fisiológicamente, no podríamos nunca
comprender la acción del sistema nervioso a menos que tomemos en cuenta el
factor de esta liberación, pues muchos síntomas de los desórdenes nerviosos
consisten justamente en este fenómeno
de liberación.
Es preciso tratar de
entender con claridad lo que significó Jackson.
EL PROFESOR Y SU
CLASE………
Imaginemos un
profesor a cargo de una clase de estudiantes, y supongamos que representa el
nivel superior en tanto que los muchachos representan el inferior, y que toda
la clase constituye un 'sistema integrado' que trabaja de cierto modo.
Si el profesor
quedase dormido, el nivel inferior quedaría 'liberado', o sea que los muchachos
comenzarían a conducirse como quisieran y todo el sistema trabajaría de un
modo bastante distinto.
Esto no se debe
únicamente a que el profesor duerma (hecho que Jackson hubiese descrito
llamándolo factor negativo, o sea algo que de por sí no da lugar a ninguna manifestación o síntoma).
Más bien se debe a
que los muchachos quedan libres del control que sobre ellos se ejerce, con el
consiguiente desorden.
Dicho en otra forma,
si un nivel superior del sistema nervioso no trabaja, la ausencia de su función no se puede discernir en sí misma.
Lo único manifiesto
será la liberada actividad del nivel inferior, y eso es lo único que se puede
estudiar.
La función del nivel
superior estará únicamente ausente.
Será imposible deducir su naturaleza,
pues nosotros únicamente podemos percibir y estudiar la actividad liberada del nivel
inferior.
Supongamos que el
profesor, al dormir, se haga invisible y que nosotros no sepamos absolutamente
nada acerca del funcionamiento de una clase.
Únicamente veremos un
montón de muchachos que alborotan.
Nada podremos deducir
acerca del verdadero trabajo de la clase en base a semejante desorden.
Seguirá siendo algo
desconocido para nosotros.
En la ausencia de una
función superior, necesariamente aparece una inferior.
Y esta es de un orden diferente.
La función superior
no puede deducirse de la inferior.
Si pensamos en esto
desde el punto de vista de los niveles
de conciencia, veremos que bajo nuestro nivel ordinario existe uno
inferior, un nivel de otro orden.
Jackson observó que
al perturbarse el nivel ordinario de conciencia a menudo surgen marcados
estados, como de sueño, que
atribuyó a la liberación de la actividad de un nivel inferior.
Se manifiesta otra
calidad de conciencia, pues a este nivel las cosas pueden unirse de un modo
imposible para el nivel ordinario, y nos vemos expuestos a fantásticas
influencias, a pesadillas, etc., que no existen en un nivel superior.
Cuando en la
personalidad existen contradicciones muy notables, este estado de sueño tiende
a surgir en cualquier momento y a interferir en la vida.
No tenemos ningún
derecho de creer que nuestro nivel ordinario de conciencia sea la forma más elevada de conciencia, o la única
modalidad de experiencia que le es posible al hombre.
No podemos decir que
el campo de la experiencia interna de sí mismo está necesariamente limitado a
los estados de sueño o a la conciencia ordinaria.
No sólo hemos de
considerar la posibilidad de que hay un nivel por encima de nuestro nivel
ordinario de conciencia al cual ocasionalmente despertamos, sino, también que nuestra conciencia ordinaria se integra a un
sistema mayor cuando esto ocurre.
Desde este punto de
vista, deberíamos considerar que nuestra conciencia ordinaria es un fenómeno
de liberación.
Deberíamos
estudiarnos a nosotros mismos desde el punto de vista de que somos individuos desintegrados y no integrados.
Con respecto a las
pruebas, lo que puede decirse desde el punto de vista fisiológico es que el
sistema nervioso aparentemente dista mucho de funcionar bajo condiciones
ordinarias.
Pero, hablando en
términos clínicos, estas pruebas son algo muy difícil de asir.
Es necesario
acercarse al problema desde el punto de vista psicológico
Maurice Nicoll
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