LA CONJUNCION DE LAS DIVISIONES
EXTERIORES E INTERIORES DE LOS CENTROS
En el comentario previo que versaba
sobre las tres divisiones de un centro —a saber, las divisiones exterior, media
e interior— se mencionaron algunos usos de la división media.
Recapitularé brevemente lo que se
dijo.
La división media razona y
puede razonar en dos direcciones.
En una dirección puede razonar
acerca de la vida tal como es vista desde la evidencia de los sentidos —esto
es, desde las apariencias—.
En este caso, el terreno de su razón
esta en los cinco sentidos.
Es decir, razona desde la división
externa que esta vuelta hacia la vida externa.
Por vida externa quiero decir la
vida que se ve, se oye, se huele, se saborea y toca —la vida del mundo y de sus
múltiples asuntos, la vida de las apariencias y de las cosas y gentes tal como
parecen ser a los sentidos.
Todo ello, que a veces se llama el
mundo fenoménico, constituye lo que la gente por lo general contempla como realidad.
¿No creen acaso que no pueda haber
otra realidad que la que es evidente a nuestros limitados cinco sentidos?
Si lo cree así, entonces su pensar
es sensual y solo tiene una mente sensual.
Repito todo esto porque esta
cuestión debe ser enfrentada por todos y se debe llegar a una conclusión
definida —no una conclusión a regañadientes acompañada por un encogerse de
hombros, sino una conclusión pensada, individual—.
Porque si usted contempla la
realidad como algo confinado por los sentidos, la división media siempre
buscará la verdad en la división externa, y razonará desde ella y nunca apelará
a la división interna y descubrirá otra realidad y orden de verdad mas allá de
los sentidos.
Será entonces “un hombre muerto” o “una mujer muerta”, desde el punto de vista
del Trabajo, por más inteligente y eficiente que sea.
A este respecto agregaré aquí que
estamos rodeados por una escala descendente de vibraciones electromagnéticas,
empezando por los rayos cósmicos, acerca de los cuales nuestros sentidos nada
nos dicen, salvo para una pequeña octava para la cual tenemos un órgano-sentido
y a la cual llamamos luz.
¿Me va a decir que algunas de las
octavas inferiores de esas vibraciones electromagnéticas, que viajan a 300.000
kilómetros por segundo y en este momento atraviesan imperceptiblemente esta
habitación, pudiendo transformarse en audibles vibraciones sonoras por la
radio, no existen?
¿Puede tomar pues sus cinco sentidos
como criterio de realidad?
Lo repito, ¿puede hacerlo? porque
algunos de ustedes no quieren enfrentar esta conclusión y la evaden con
inquietud y se mantienen con los pies aferrados a la tierra.
No me referiré a la invisibilidad
del pensamiento y la conciencia.
COMPRENDER………
Pasaremos ahora a lo que puede
denominarse el mayor problema de la enseñanza esotérica — a saber, la apertura
de las divisiones interiores de los centros y formar con ellos una conjunción
con las divisiones exteriores mediante una fuerte división media que puede mirar
en ambas direcciones y COMPRENDER la verdad de un nivel inferior y la verdad de
un nivel superior sin contemplarlas como contradicciones.
Solo mediante tal conjunción la
división exterior con su pensar sensual y verdad sensual, llamados hechos,
puede ser controlada y OCUPAR SU LUGAR CORRECTO en el esquema del posible
desarrollo del Hombre.
Porque la división interior, vuelta
hacia las vibraciones provenientes de los centros superiores, que son aberturas
a los niveles superiores del rayo de la creación, está situada en un
nivel superior a la división exterior vuelta a los cinco sentidos que se
abren al mundo y sólo lo que está en un nivel superior puede controlar lo que
está en un nivel inferior.
No se puede controlar al hombre
natural, sensual, en uno mismo excepto por medio del hombre espiritual,
desarrollado y no sensual.
La división media, que es la
división racional o razonante, esta situada entre lo natural o exterior y lo
espiritual o interior y puede conectarlos.
Como dije antes, empleo a sabiendas
estos términos tomados de un antiguo sistema, en lugar de los términos de
Trabajo, Motor (o Mecánico), Emocional e Intelectual.
Las tres divisiones de los centros
pueden compararse a tres hombres que viven en tres cuartos en uno mismo.
Esos hombres tienen diferentes
estaturas.
El primero vive en la división
externa, que es el cuarto exterior y es el de más corta estatura, el segundo en
la división media, que es el cuarto intermedio y el tercero en la división más
interior que es el cuarto más interior —y es el más alto—.
Si el hombre que vive en el cuarto
intermedio solo se une con el hombre exterior, no se tiene relación alguna con
el hombre interior.
Asimismo, ya que los tres cuartos no
están en el mismo piso sino uno encima del otro, si el hombre medio solo se une
con el hombre externo, siempre mira hacia lo bajo.
Por otra parte, si se une con el
hombre interior, mira hacia lo alto, o más bien intenta hacerlo —y desprecia las
cosas de los sentidos—.
Si el hombre medio cree que debe hacer
una cosa o la otra, es débil.
Si ocurre así con usted, luego tiene
un medio-débil.
Si el hombre medio es fuerte,
empero, no confunde la verdad científica con la psicológica.
Ve a cada una en su propia escala y
no las lleva como opuestos a una colisión.
Ve al mismo tiempo los sentidos y la
mente de los sentidos y sus significados y verdades, y ve más arriba la mente
supra sensual, que recibe significados y verdades de otro orden de los centros
superiores que están continuamente obrando en nosotros, pero que no podemos
"oír".
De estas consideraciones es aparente
que el científico extremado, que solo cree en las verdades de la ciencia y el
religioso extremado, que contempla a la ciencia como la obra del diablo, están
ambos equivocados.
Cada uno tiene un medio débil.
Cada cual solo mira en una sola
dirección.
Cada uno desprecia al otro.
Cada cual es unilateral.
Uno de los objetos del Trabajo es
unir la ciencia de occidente con la sabiduría de oriente.
De ahí que oriente no ha conocido
desarrollo científico y occidente sabiduría alguna.
Ahora bien, este Trabajo no se basa
en el pensar sensual.
No esta vuelto hacia esa dirección.
No trata de las cosas que se pueden
percibir con los cinco sentidos.
No se lo puede pesar y medir o
examinar con una lente de aumento o un microscopio.
Esta orientado hacia lo interior,
hacia las partes interiores de los centros.
El orden de verdades que enseña no
pertenece al mismo orden que la verdad científica.
No se refiere a los hechos de los
sentidos.
Tienen que ver con los hechos de
nuestro ser y con llevar esos hechos a la luz de la conciencia, lo cual conduce
el cambio de ser.
El conocimiento científico no cambia
el ser de un hombre.
El hombre cuyo ser es pobre, mezquino,
desagradable, o definitivamente malo, el hombre que solo desea lograr el poder
a toda costa sobre los otros y en quien el amor a dominar es el principal amor,
puede lograr el conocimiento científico y emplearlo para la destrucción y no
cambiará su ser en lo más mínimo.
Pero la observación de si, el
recuerdo de si, el no identificarse y el no considerar pueden cambiar el ser de
un hombre si se practican —junto con otras cosas que estudiamos en este
Trabajo.
Maurice Nicoll
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