miércoles, 28 de enero de 2015

CUARTA UNIDAD DE VIDA MENTAL

CUARTA UNIDAD DE VIDA MENTAL
COMPRENSIÓN

¿Es posible una cuarta unidad de vida mental?

La observación nos muestra además que, en algunas personas, en ciertos momentos aparece, por decirlo así, una cuarta unidad de vida mental, que diferentes autores y escuelas llaman con distintos nombres, pero en la que el elemento de la percepción o el elemento de las ideas está siempre conectado con el elemento emocional.

Si la idea de KANT es cierta, si el espacio con sus características es una propiedad de nuestra consciencia y no una propiedad del mundo externo, entonces la tridimensionalidad del mundo deberá depender, de algún modo, de la constitución de nuestro aparato mental.

Concretamente, la cuestión puede plantearse de este modo:

¿Cuál es la relación de la extensión tridimensional del mundo con el hecho de que nuestro aparato mental contenga sensaciones, representaciones y conceptos, y que estén exactamente en este orden?

Tenemos un aparato mental de este género y el mundo es tridimensional.

Demostrar o refutar concluyentemente esto seria posible sólo a través de la experiencia.

Si pudiéramos alterar nuestro aparato mental y observar que el mundo alrededor de nosotros cambió con estas alteraciones, esto nos demostraría la dependencia de las propiedades del espacio respecto de las propiedades de nuestra mente.

Por ejemplo, si la forma de vida interior antes mencionada, que ahora aparece sólo accidentalmente, por decirlo así, dependiendo de algunas condiciones poco conocidas, pudiera traducirse como definida, precisa, obediente a nuestra voluntad como un concepto, y si, a través de esto, aumentase la cantidad de características del espacio, o sea, si el espacio, en vez de ser tridimensional, se volviera tetra dimensional, esto confirmaría nuestra suposición y demostraría la idea de Kant de que el espacio con sus propiedades es la forma de nuestra percepción sensorial.

O, si pudiéramos reducir la cantidad de unidades de nuestra vida mental y deliberadamente nos despojáramos o despojáramos a algún otro hombre de conceptos, dejando que su mente o la nuestra funcionara mediante representaciones y sensaciones solamente; y si, a través de esto, disminuyera la cantidad de características del espacio que nos rodea, o sea, si para ese hombre el mundo fuera a convertirse en bidimensional en vez de tridimensional y, con una ulterior limitación de su aparato mental, o sea, despojándole de representaciones, fuera a convertirse en unidimensional, esto confirmaría nuestro supuesto y el pensamiento de Kant podría considerarse como demostrado.

Así, la idea de Kant podría demostrarse experimentalmente si pudiéramos averiguar que para un ser que nada posee, salvo sensaciones, el mundo es unidimensional; para un ser que posee sensaciones y representaciones es tridimensional; y para un ser que posee, además de conceptos e ideas, también formas superiores de percepción, el mundo es tetra dimensional.

Para ser más exacto, la proposición de KANT respecto al carácter subjetivo de la idea del espacio podría considerarse demostrada, (a) si para un ser que nada posee, salvo sensaciones, nuestro mundo entero con toda su variedad de formas apareciera como una sola línea; si el universo de este ser tuviera una sola dimensión, o sea, si este ser fuera unidimensional en virtud de las propiedades de su percepción; y (b) si para un ser que posee la capacidad de formar representaciones además de su aptitud para experimentar sensaciones, el mundo tuviera una extensión bidimensional, o sea, si nuestro mundo entero con sus cielos azules, nubes, verdes árboles, montañas y precipicios, se le apareciera meramente como un plano; si el universo de este ser sólo tuviera dos dimensiones, o sea, si este ser fuera bidimensional en virtud de las propiedades de su percepción.

Más sucintamente, la proposición de Kant se demostraría si viéramos que para un sujeto dado la cantidad de características del mundo cambiara según el cambio de su aparato mental.

No parece posible llevar a cabo tal experimento de reducir las características mentales, pues no sabemos cómo restringir nuestro aparato mental o el de algún otro con los medios corrientes de que disponemos.

Existen experimentos para aumentar las características mentales pero, por muchas razones diferentes, no son suficientemente convincentes.

La principal razón es que un aumento de las facultades mentales produce en nuestro mundo interior tanta novedad, que esta novedad enmascara todos los cambios que tienen lugar simultáneamente en nuestras habituales percepciones del mundo.

Sentimos lo nuevo pero no podemos definir exactamente la diferencia.

Toda una serie de enseñanzas y doctrinas religiosas y filosóficas tienen como objeto declarado u oculto precisamente esta expansión de la consciencia.

Este es el objeto de la mística en todos los tiempos y todas las religiones, el objeto del ocultismo, el objeto del Yoga Oriental.

ouspensky


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