martes, 20 de enero de 2015

EL SENTIDO ESPACIAL

EL TRABAJO PSICOLOGICO
EL SENTIDO ESPACIAL
Por: Ouspensky

¿Qué es el sentido del espacial?

El sentido del espacio es la facultad de representación en las formas.

La "esfera infinita", con cuya apariencia representamos a nuestro mundo, está cambiando constante e incesantemente; en cada nuevo momento no es más la misma que era el momento antes.

Prosigue en ella un cambio continuo de cuadros, imágenes y relaciones.

Para nosotros semeja una pantalla cinematográfica donde las proyecciones de cuadros se siguen uno al otro en una corriente que fluye rápidamente.

¿Pero, dónde están los cuadros mismos?

¿Dónde está la luz que los proyecta en la pantalla?

¿De dónde provienen los cuadros y a dónde se dirigen?

Si la "esfera infinita" es la pantalla cinematográfica, entonces nuestra consciencia es la luz.

Penetrando a través de nuestro aparato mental, o sea, a través de nuestro depósito de impresiones (los cuadros), proyecta en la pantalla sus reflejos que llamamos vida.

¿Pero de dónde nos llegan las impresiones?

De la misma pantalla.

En esto estriba el aspecto más incomprensible de la vida como la vemos.

Nosotros la creamos y obtenemos de ella todo.

Imaginemos un hombre en una sala cinematográfica corriente.

Supongamos que nada sabe sobre el funcionamiento de un cine, que ignora la existencia de un proyector a sus espaldas y de pequeños cuadros transparentes en una cinta móvil.

Imaginemos que desea estudiar el cine y empieza estudiando lo que ve en la pantalla: tomando notas y fotografías, observando la secuencia de cuadros, calculando, construyendo hipótesis, y demás.

¿A qué conclusiones podrá llegar?

Evidentemente, a ninguna hasta que dé su espalda a la pantalla y empiece a estudiar las causas de la aparición de los cuadros en la pantalla.

Las causas están en el proyector (o sea, en la consciencia) y en las cintas móviles de cuadros (nuestro aparato mental).

Son ellas las que deben ser estudiadas si se desea entender el "cine".

La filosofía “positivista” no estudia sino la pantalla y los cuadros proyectados en ella.

Consiguientemente, para ella sigue siendo un acertijo perpetuo la cuestión de dónde provienen los cuadros y adonde se dirigen, y por qué vienen y se van en vez de seguir siendo eternamente los mismos.

Pero un cine debe ser estudiado empezando con el origen de la luz, o sea, con la consciencia: luego, se debe pasar a los cuadros en la cinta móvil, y sólo después se deben estudiar las proyecciones.

Hemos establecido que un animal (un caballo, un gato, un perro) debe percibir los ángulos y curvas inmóviles tridimensionales como movimientos, o sea, como fenómenos temporales.

Surge esta pregunta: ¿No podemos nosotros percibir también como movimientos, o sea, como fenómenos temporales, los ángulos y las curvas tetradimensionales?

Ouspensky


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