EL TRABAJO
PSICOLÓGICO
EL CONTROL
Por: Ouspenksy
¿Qué podríamos
controlar?
En cualquier momento
dado hay cosas que podríamos controlar, pero no controlamos por pereza, falta
de conocimiento, sospecha o algo más.
Debemos pensar sobre
estas cosas: ése sería el recto pensar.
Traten de descubrir
sus dificultades personales.
No quiero decir
dificultades de índole externa, sino dificultades interiores: rasgos
personales, inclinaciones y rechazos personales, actitudes, prejuicios,
actividades que pueden detener su entendimiento e impedirles trabajar.
Todas las
dificultades con las que pueden encontrarse, en su trabajo personal pueden
dividirse, a grandes rasgos, en tres categorías o clases.
Primero que todo, las
emociones negativas.
Para algunas personas
éste es el primero y tal vez el principal punto, de modo que aquéllas deben
empezar con el estudio de las emociones negativas y con el estudio de los
métodos de no identificación.
Algunas personas no
pueden abstenerse de ser negativas, generalmente en alguna dirección particular
y cuando las emociones negativas se tornan endurecidas y permanentes,
habitualmente detienen toda clase de trabajo; todo se vuelve mecánico y una
persona no puede progresar.
El segundo punto es
la imaginación, particularmente la imaginación negativa, pues es tan mala como
las emociones negativas.
Con imaginación no
quiero decir soñar quimeras; más bien me refiero a imaginar cosas que no
existen ni en uno mismo ni en los demás.
Todo el mundo debe
tratar de descubrir esta clase de imaginación en sí mismo y las cosas
particulares a las cuales se refiere.
El tercer punto es el
pensar formativo y el hablar formativo.
Si uno no tiene un
cuadro de lo que es formativo y de lo que no lo es, no podrá progresar.
Es necesario obtener
este cuadro.
Es muy útil encontrar
algunos buenos ejemplos de pensamiento formativo y mantener estos ejemplos en
la mente.
Entonces, no será
difícil reconocerlo cuando se sorprendan pensando formativamente u oigan que
algún otro “yo” está hablando formativamente.
Estas son las
principales clases de dificultades que tienen que descubrir en ustedes mismos.
Para una persona, una
cosa es más permanente; para otra persona, otra.
Después,
probablemente, descubran muchas más cosas, pero al comienzo descubrirán que, a
grandes rasgos, es una de éstas.
Uno puede tener una
dificultad que es muy urgente y todo el mundo puede descubrir cuál de éstas
tres le pertenece.
Debe descubrir contra
qué es más imperioso luchar y concentrarse en eso.
Deberá haber razones
para decidirse por uno u otro, pero los tres se refieren a todo el mundo.
Para la mayoría es
necesario empezar con las emociones negativas.
Para algunos otros es
necesario empezar con la imaginación, pues inventan cosas y de ese modo nunca
llegan a las cosas reales.
E incluso para otros
es necesario luchar con el pensamiento formativo, pues si no lo hacen,
permanecerán siempre en el mismo lugar”.
Ouspensky
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