EL BUEN DUEÑO DE CASA
POR: SAMAEL AUN WEOR
Apartarse uno de los efectos desastrosos de la vida, en estos
tiempos tenebrosos, ciertamente es muy difícil pero indispensable, de otro modo
es devorado por la vida.
Cualquier trabajo que uno haga sobre sí mismo con el propósito de lograr
un desarrollo anímico y espiritual, se relaciona siempre con el aislamiento muy
bien entendido, pues bajo la influencia de la vida tal como siempre la vivimos,
no es posible desarrollar otra cosa que la personalidad.
En modo alguno intentamos oponernos al desarrollo de la
personalidad, obviamente ésta es necesaria en la existencia, más ciertamente es
algo meramente artificial, no es lo verdadero, lo real en nosotros.
Si el pobre mamífero intelectual equivocadamente llamado hombre no
se aísla, sino que se identifica con todos los sucesos de la vida práctica y
derrocha sus fuerzas en emociones negativas y en auto-consideraciones
personales y en vana palabrería insustancial de charla ambigua, nada
edificante, ningún elemento real puede desarrollarse en él, fuera de lo que
pertenece al mundo de la mecanicidad.
Ciertamente quien quiera de verdad lograr en sí el desarrollo de la Esencia , debe llegar a
estar herméticamente cerrado. Esto se refiere a algo íntimo estrechamente
relacionado con el silencio.
La frase viene de los antiguos tiempos, cuando se enseñaba
secretamente una Doctrina sobre el desarrollo interior del hombre vinculada con
el nombre de Hermes.
Si uno quiere que algo real crezca en su interioridad, es claro
que debe evitar el escape de sus energías psíquicas.
Cuando uno tiene escapes de energía y no está aislado en su
intimidad, es incuestionable que no podrá lograr el desarrollo de algo real en
su psiquis.
La vida ordinaria común y corriente quiere devorarnos
implacablemente; nosotros debemos luchar contra la vida diariamente, debemos
aprender a nadar contra la corriente...
Este trabajo va en contra de la vida, se trata de algo muy
distinto a lo de todos los días y que sin embargo debemos practicar de instante
en instante; quiero referirme a la Revolución de la Conciencia.
Es evidente que si nuestra actitud hacia la vida diaria es
fundamentalmente equivocada; si creemos que todo de marchamos bien, así por que
si, vendrán los desengaños...
Las gentes quieren que las cosas les salgan bien, "así porque
si", porque todo debe marchar de acuerdo con sus planes, más la cruda
realidad es diferente, en tanto uno no cambie interiormente, gústele o no le
guste será siempre victima, de las circunstancias.
Se dice y se escribe sobre la vida, muchas estupideces
sentimentales, más este Tratado de Sicología Revolucionaria es diferente.
Esta Doctrina va al grano, a los hechos concretos, claros y
definitivos; afirma enfáticamente que el "Animal Intelectual"
equivocadamente llamado hombre, es un bípedo mecánico, inconsciente, dormido.
"El Buen Dueño de Casa" jamás aceptaría la Psicología Revolucionaria ;
cumple con todos sus deberes como padre, esposo, etc., y por ello piensa de sí
mismo lo mejor, pero sólo sirve a los fines de la naturaleza y eso es todo.
Por oposición diremos que también existe "El Buen dueño de
Casa" que nada contra la corriente, que no quiere dejarse devorar por la
vida; empero, estos sujetos son muy escasos en el mundo, no abundan nunca.
Cuando uno piensa de acuerdo con las ideas de este «Tratado de
Psicología Revolucionaria», obtiene una correcta visión de la vida.
samael aun weor
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