CIENCIA,
FILOSOFÍA, RELIGIÓN Y ARTE
Por:
Ouspensky
Las
formas organizadas del conocimiento intelectual son: la ciencia, que se basa en la observación, el cálculo y la
experiencia; y la filosofía, que
se basa en el método especulativo del razonamiento y la deducción.
Las
formas organizadas del conocimiento emocional son: la religión y el arte.
Las
enseñanzas religiosas, asumiendo el carácter de "cultos" y
apartándose así de la "revelación" original sobre la que fueron
fundadas, se basan enteramente en la naturaleza emocional del hombre.
Templos
majestuosos, las magníficas vestiduras de sacerdotes y acólitos, la pompa de
los ritos religiosos, las procesiones, los cánticos, música y danzas: el objeto de todo
esto es incitar cierto estado emocional, suscitar ciertos sentimientos
definidos.
Los
mitos religiosos, las leyendas, los relatos de las vidas de Dioses y santos,
las profecías, los apocalipsis, cuando pierden su finalidad original de servir
al conocimiento, persiguen el mismo objetivo: todos actúan sobre la
imaginación, sobre el sentimiento.
La
finalidad de todo esto es dar al hombre un Dios, darle moralidad, o sea,
hacerle accesible un conocimiento claro del lado oculto del mundo.
La
religión puede desviarse de su verdadero objeto, puede servir intereses y
objetos terrenos.
Pero su
origen radica en la búsqueda de la verdad y de Dios.
El arte
sirve a la belleza, o sea, a un
género particular de conocimiento emocional.
El arte
halla su belleza en todo y hace que un hombre lo sienta y, de esta manera,
conozca.
El arte
es un potente instrumento del conocimiento del mundo neumónico: los misterios,
uno más profundo y más asombroso que otro, se revelan a la visión del hombre si
éste tiene la llave mágica.
Pero el
mero pensar que este misterio
no es para el conocimiento sino para el goce, destruye todo el encanto.
Tan
pronto como el arte empieza a gozar de la belleza que ya se halló, en vez de buscar nueva belleza, todo
progreso se detiene, y el arte se transforma en un inútil esteticismo que rodea al hombre con un muro y le impide
ver más allá.
La búsqueda de la belleza es el objeto
del arte, tal como la búsqueda de Dios y la verdad es el objeto de la
religión.
Como el
arte, la religión no progresa más cuando cesa de buscar a Dios y a la verdad y empieza a pensar que los encontró.
Esta
idea se expresa en los Evangelios: "buscad... el reino de Dios y su
justicia..." No dice que hallaréis, sino sólo: buscad.
La
ciencia, la filosofía, la religión y el arte son formas del conocimiento.
El
método de la ciencia es la observación, el cálculo, la experiencia; el método
de la filosofía es la especulación; el método de la religión y del arte es la
sugestión emocional moral o
estética.
Pero la
ciencia, la filosofía, la religión y el arte empiezan realmente a servir al conocimiento verdadero sólo cuando
empiezan a manifestar intuición, o sea, el sentir y el hallar algunas cualidades interiores en las cosas.
En
realidad, puede decirse (y tal vez esto sea más correcto) que el objeto de los
sistemas científicos y filosóficos incluso puramente intelectuales no es dar
cierta información a los hombres, sino elevar al hombre a una altura de
pensamiento y sentimiento en la que pueda pasar a las formas nuevas y
superiores de conocimiento, de las que el arte y la religión están muy
próximas.
Además,
debe tenerse muy presente que la división misma de ciencia, filosofía, religión
y arte muestra su insuficiencia.
Una
religión completa abarca religión, arte, filosofía y ciencia; un arte completo
abarca arte, filosofía, ciencia y religión; la ciencia completa, la filosofía
completa abarcarán la religión y el arte.
Una
religión que contradiga a la ciencia y una ciencia que contra la religión son
igualmente falsas.
Ouspensky
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